Lo que para algunos puede ser ocio o diversión, para otros es un trabajo. Joseph Deen ha marcado un nuevo hito en los E-Sports, ya que con solo ocho años se ha convertido en el jugador profesional más joven en firmar contrato con un equipo de Fortnite.
Probablemente a su edad, muchos de los lectores estaban jugando en el parque o también probando videojuegos pero como algo recreativo. Ahora es un trabajo y lo demuestra Deen, que juega dos o tres horas al día Fortnite y los fines de semanas puede disfrutar más tiempo de su juego preferido, claro que con la venia de su madre.
“Uno de mis cazatalentos se puso en contacto conmigo y me dijo que tenía que ponerse en contacto con Joseph: es extremadamente bueno”, explica Tyler Gallagher, director ejecutivo y cofundador de Team 33. “Después de un tiempo me dijo: tienes que fichar a este chico, si no lo hacemos ¡alguien más lo hará!”, indica.
Su contratación es sorprendente también porque luego de firmar en diciembre por un monto de 33 mil dólares, que incluye también un sistema informático de alta velocidad, y todavía no podrá jugar ya que la edad mínima impuesta por Epic Games para competir es de 13 años. La inversión que han hecho es a largo plazo.
“Podemos prepararlo para que sea un jugador de alto nivel a una edad temprana e inscribirlo en competiciones clave una vez cumpla la edad apropiada”, explican. “También tenemos pensado aumentar su presencia en Internet y crear merchandising”.
La historia de Joseph Deen
“Me sentí increíble cuando me ofrecieron un contrato”, cuenta Joseph a la BBC. “He pensado mucho en ser jugador profesional, pero nadie me tomaba en serio hasta que llegó Team 33”, apunta.
Además, Deen ha contado una inusual manera de mejorar sus habilidades para los videojuegos. “Tocar el piano me ayudó mucho a tener más control del teclado y el ratón. Cuando empecé a jugar me di cuenta de que era realmente bueno”.
Su madre cree que no están haciendo algo mal en la crianza de su hijo. “Hemos investigado acerca de Fortnite y no creo que estemos haciendo algo malo. Es un niño equilibrado, viene de una buena familia y no le afecta. Puedes ser una madre molesta que está todo el día diciendo que no se haga algo y luego, cuando cumplen 13 años, se vuelven todos locos”, cuenta.
Aunque suene raro para algunos, jugar a los videojuegos, también es una profesión.